El Reloj del Juicio Final, ahora a 89 segundos de la medianoche, advierte sobre un riesgo nuclear creciente que podría impactar directamente a México debido a su proximidad a EE.UU.

El Reloj del Juicio Final, un símbolo creado en 1947 para medir la cercanía de la humanidad a su extinción, se encuentra este año más cerca que nunca de la medianoche: a tan solo 89 segundos. Esta cifra, anunciada por el Boletín de Científicos Atómicos, refleja un nivel de alerta sin precedentes, motivado principalmente por conflictos bélicos activos, la expansión de arsenales nucleares y la inestabilidad política a nivel global.
Los científicos destacaron que la guerra en Ucrania, el conflicto en Medio Oriente y el incremento de armas nucleares en manos de potencias como Estados Unidos, China y Rusia han generado un panorama de peligro extremo. Particularmente preocupante resulta el riesgo de que errores de cálculo o decisiones apresuradas puedan detonar una confrontación nuclear. El Boletín también advirtió sobre la falta de diálogo efectivo entre las principales potencias nucleares y el colapso de los acuerdos de control armamentista, lo que agrava aún más la amenaza.
México, aunque tradicionalmente neutral, no está exento de las consecuencias de una eventual guerra nuclear. De acuerdo con especialistas de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), las ciudades del norte del país serían las más vulnerables debido a su cercanía con bases militares estadounidenses. Además de los riesgos inmediatos por las explosiones, México enfrentaría severos desafíos de infraestructura, atención médica y evacuación, así como impactos a largo plazo en la salud pública debido a la radiación.
Por otro lado, el daño ambiental sería devastador. Investigaciones citadas por National Geographic señalan que una guerra nuclear provocaría incendios masivos capaces de liberar suficiente hollín a la atmósfera como para bloquear la luz solar, alterando el clima y generando una crisis alimentaria global al afectar la agricultura, la pesca y la ganadería.
En cuanto a la probabilidad de una guerra nuclear, expertos de la Universidad de los Andes advierten que, aunque el uso de armamento nuclear aún se percibe como un último recurso, las tensiones entre Rusia y los países de la OTAN, en el marco de la guerra en Ucrania, podrían fácilmente escalar hasta un punto sin retorno. Esto mantiene vigente el temor de un “holocausto nuclear”, un escenario que, si bien ha sido evitado hasta ahora, continúa siendo una amenaza real y latente.
Ante este panorama, es crucial que México y el mundo permanezcan atentos, fomenten la diplomacia internacional y fortalezcan los mecanismos de prevención de conflictos, ya que el tiempo para actuar, según los científicos, es alarmantemente corto.