Skype dejará de funcionar a partir de este lunes; Microsoft migrará usuarios a Teams, su nueva apuesta gratuita y con más funciones, accesible con las mismas credenciales.

Tras más de dos décadas marcando la historia de la comunicación digital, Microsoft anunció que a partir de este lunes Skype dejará de estar disponible. La icónica plataforma de videollamadas, que revolucionó la forma en que millones de personas se conectaban a través del mundo, ha sido descontinuada oficialmente como parte de una estrategia para consolidar sus servicios de comunicación bajo una sola herramienta: Microsoft Teams.
De acuerdo con la multinacional tecnológica, la transición busca ofrecer una experiencia más moderna, segura y versátil. Teams, que en su versión gratuita permite videollamadas, mensajería instantánea, gestión de calendarios y herramientas de colaboración, ahora estará disponible para todos los antiguos usuarios de Skype, quienes podrán acceder a ella utilizando sus credenciales actuales. Esta integración garantiza la migración de contactos y datos, facilitando la adopción de la nueva plataforma.
Microsoft adquirió Skype en 2011 por 8.500 millones de dólares, cuando ya era una de las plataformas más utilizadas en todo el mundo. Sin embargo, la aplicación fue perdiendo relevancia frente a competidores como Zoom, WhatsApp, Google Meet y la propia Teams, especialmente durante la pandemia de COVID-19. Durante los últimos años, la empresa fue restando protagonismo a Skype hasta llegar a su cierre definitivo.
El anuncio también incluye un periodo de gracia hasta enero de 2026, durante el cual los usuarios podrán exportar sus datos si así lo desean. Las funciones más populares de Skype, como las llamadas de voz y video, el envío de archivos y los chats, seguirán disponibles en Teams, que ahora busca posicionarse como la solución integral de comunicación para individuos y organizaciones.
Con esta decisión, Microsoft cierra un ciclo en su historia, despidiéndose de una aplicación que dejó huella en la era digital, al tiempo que apuesta por una plataforma más robusta, enfocada en la productividad y la colaboración en línea. El cierre de Skype no solo marca el fin de una era, sino también el inicio de una nueva etapa en la forma de comunicarse.