La NASA apaga instrumentos de las Voyager 1 y 2 para conservar energía. Las sondas, lanzadas en 1977, dependen de un sistema de radioisótopos que pierde 4 vatios anuales.

Las icónicas sondas Voyager 1 y Voyager 2, lanzadas en 1977, continúan su viaje por el espacio interestelar, pero su energía se está agotando. Para extender su vida útil, los ingenieros de la NASA han comenzado a apagar algunos de sus instrumentos científicos.
El 25 de febrero de 2025, se desactivó el subsistema de rayos cósmicos de la Voyager 1, y el 24 de marzo se apagará el instrumento de partículas cargadas de baja energía de la Voyager 2. Estas medidas forman parte de un esfuerzo continuo para gestionar el suministro de energía decreciente de las sondas, que dependen de un sistema de energía de radioisótopos que genera electricidad a partir del calor del plutonio en descomposición. Cada año, ambas naves pierden aproximadamente 4 vatios de energía.
«Las Voyager han sido estrellas del espacio profundo desde su lanzamiento, y queremos que siga siendo así durante el mayor tiempo posible», declaró Suzanne Dodd, directora del proyecto Voyager en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA. Sin embargo, advirtió que, si no se toman estas medidas, las sondas podrían agotar su energía en unos pocos meses.
Actualmente, tres instrumentos científicos siguen funcionando en cada nave. Estos se consideran esenciales para estudiar la heliosfera, una burbuja protectora creada por el Sol, y el espacio interestelar, la región más allá de la heliosfera. La Voyager 1 ingresó al espacio interestelar en 2012, y la Voyager 2 lo hizo en 2018.
Legado científico y desafíos futuros
Las Voyager han superado con creces su misión original de explorar los planetas exteriores. Los datos que han recopilado son únicos y han proporcionado información valiosa sobre la heliofísica y el espacio interestelar. Sin embargo, su energía es limitada.
Con los recientes apagones, se espera que las sondas puedan operar durante aproximadamente un año más antes de que sea necesario desactivar otro instrumento. Los ingenieros estiman que, con estas medidas, las Voyager podrían seguir funcionando con al menos un instrumento científico hasta la década de 2030.
Distancias récord
Las Voyager 1 y 2 siguen siendo los objetos artificiales más distantes jamás construidos. La Voyager 1 se encuentra a más de 25 mil millones de kilómetros de la Tierra, mientras que la Voyager 2 está a más de 21 mil millones de kilómetros. Debido a estas distancias, una señal de radio tarda más de 23 horas en llegar a la Voyager 1 y 19 horas y media a la Voyager 2.
Este plan de conservación de energía es un testimonio del ingenio y la durabilidad de estas naves espaciales, que han estado en funcionamiento durante casi 50 años. Sin embargo, los ingenieros reconocen que desafíos imprevistos podrían acortar su vida útil.