Natanael Cano ignoró la prohibición en Aguascalientes y cantó corridos ligados al narcotráfico, incluyendo referencias a “El Chapo”, durante su presentación en la Feria de San Marcos.

En un acto que desató controversia y revivió el debate sobre la censura musical en México, Natanael Cano interpretó varios corridos prohibidos durante su concierto en el Palenque de la Feria de San Marcos, en Aguascalientes, a pesar de las advertencias de las autoridades estatales. El cantante, conocido por ser uno de los máximos exponentes del subgénero de los corridos tumbados, mostró abiertamente su rechazo a las restricciones impuestas por el gobierno local, lo que convirtió su presentación en un episodio cargado de tensión.
Desde los primeros minutos del concierto, Cano dejó clara su postura. Apenas en la segunda canción del repertorio interpretó “Pacas de billetes”, un tema que alude al número 701, relacionado directamente con Joaquín “El Chapo” Guzmán. Esta acción fue interpretada como una clara provocación, dado que las autoridades habían señalado previamente que cualquier mención o exaltación de figuras criminales podría derivar en sanciones legales.
Durante el espectáculo, cuando los asistentes le pidieron que cantara “Cuerno azulado”, el cantante respondió con sarcasmo: “Esa pídanla a su gobierno”, dejando en evidencia su actitud desafiante. Más adelante, al interpretar “De la codiciada”, los organizadores intentaron silenciar el tema bajando el volumen del sonido, pero Cano continuó cantándola con ayuda del equipo de audio de su staff. Al finalizar la canción, abandonó el escenario sin despedirse, lo que marcó el abrupto cierre del evento.
La presencia de cuerpos de seguridad estatales y federales, así como del propio secretario de Seguridad Pública de Aguascalientes, demostró la preocupación de las autoridades ante un posible desacato. Aunque el fiscal estatal había advertido semanas antes que Cano podría enfrentar consecuencias legales, el artista salió del recinto bajo escolta rumbo al aeropuerto sin ser detenido, evitando cualquier confrontación directa.
Este incidente ha vuelto a poner sobre la mesa la discusión en torno a la legalidad y legitimidad de los llamados corridos prohibidos, que, aunque populares entre ciertos públicos, son criticados por hacer apología del delito y normalizar el narcotráfico. Mientras tanto, la actuación de Cano en la Feria de San Marcos permanecerá como un ejemplo del choque entre la libertad artística y los intentos institucionales de limitar contenidos considerados peligrosos para la sociedad.