Un ataque aéreo de Estados Unidos en Somalia resultó en la muerte de 48 yihadistas del Estado Islámico, incluidos varios comandantes. La operación se llevó a cabo en las montañas de Golis, en Puntlandia, y representa un paso significativo en la lucha contra el terrorismo en la región.

El sábado, un ataque aéreo del Ejército de Estados Unidos contra posiciones del Estado Islámico (ISIS) en Somalia dejó un saldo de 48 yihadistas muertos, entre ellos varios comandantes, según fuentes de seguridad del portal Garowe. La operación se centró en las cuevas de las montañas de Golis, en Puntlandia, donde los terroristas se habían atrincherado.
El ataque consistió en al menos seis bombardeos que alcanzaron diversas posiciones del ISIS en las montañas Al Miskaad, específicamente en las localidades de Qurac, Buqo, Wangable y Dhasaan. Esta región es un punto focal de conflicto entre el Estado Islámico y Al Shabaab, otra organización yihadista activa en Somalia.
Este ataque marcó una de las primeras órdenes militares del nuevo mandato del presidente Donald Trump, quien había ordenado la retirada de las tropas estadounidenses del país durante su primer término en 2020. En sus redes sociales, Trump afirmó que las operaciones estaban dirigidas a “el planificador principal de ataques de ISIS y otros terroristas que él reclutó y dirigió en Somalia”.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, confirmó que “varios operativos murieron en los ataques aéreos y ningún civil resultó herido”. Trump, además, criticó a su predecesor, Joe Biden, por no actuar con rapidez contra estas amenazas, afirmando: “¡LOS ENCONTRAREMOS Y LOS MATAREMOS!”.
Los ataques resultaron en la muerte de 48 yihadistas, incluyendo “cinco comandantes y 12 extranjeros”. Las fuerzas de Puntlandia también llevaron a cabo una operación de aclarado en las áreas afectadas, lo que se considera un avance significativo en su campaña contra el Estado Islámico.
El ministro de Seguridad de Puntlandia, Mahamud Aidid Dirir, destacó la importancia de la acción coordinada entre las fuerzas regionales e internacionales. Puntlandia recibió apoyo de Etiopía y Kenia durante la fase inicial de la operación.
La filial somalí del Estado Islámico cuenta con un estimado de entre 300 y 700 combatientes, aunque algunas fuentes sugieren que el número podría ser superior a 1,600. La mayoría de estos combatientes son extranjeros y el grupo ha recurrido a la extorsión y el contrabando para financiar sus operaciones.
La operación fue planificada durante varios meses y buscaba inicialmente capturar al líder terrorista con vida. Sin embargo, la respuesta hostil de los militantes resultó en un intercambio de fuego que llevó a su muerte. La acción reafirma el compromiso de Estados Unidos y sus aliados en la lucha contra el terrorismo, tanto en su territorio como en el extranjero.
El Pentágono emitió un comunicado enfatizando que “el éxito de la operación refleja el extraordinario y paciente trabajo del Departamento de Defensa y de las distintas agencias del Gobierno”, asegurando que Estados Unidos y sus aliados están más seguros como resultado de esta acción.