Transmisiones interceptadas y videos de drones revelan órdenes directas de mandos rusos para asesinar a soldados ucranianos rendidos, lo que podría implicar crímenes de guerra.
Nuevas pruebas recabadas por las autoridades ucranianas y compartidas con la cadena CNN exponen lo que podrían ser crímenes de guerra sistemáticos cometidos por el ejército ruso durante su invasión a Ucrania. Se trata de una serie de transmisiones de radio interceptadas y un video captado por un dron, en el que se escuchan y se ven claramente órdenes de oficiales rusos para ejecutar a soldados ucranianos que se rendían. La orden fue tajante: tomar prisionero al comandante y matar a los demás.
Los audios, obtenidos por un funcionario de inteligencia ucraniano, coinciden con imágenes que muestran a varios soldados ucranianos tendidos en el suelo y, en algunos casos, siendo abatidos a quemarropa. Una de las grabaciones más impactantes captó a un comandante ruso gritando: “¡Tomen al comandante prisionero y que se j**an los demás!”, mientras sus tropas respondían confirmando los asesinatos. Las imágenes, correspondientes a noviembre de 2024, muestran la ejecución de al menos dos soldados y la captura de un tercero, hechos que están siendo investigados por la fiscalía ucraniana.
El video fue filmado en la región de Zaporiyia, en el este de Ucrania, cerca de la aldea de Novodarivka, y validado visualmente con imágenes satelitales. Según las investigaciones, los responsables serían integrantes del 394.º Regimiento de Fusileros Motorizados, adscrito al 5.º Ejército ruso. Esta unidad ya había sido señalada por otras atrocidades, como la decapitación de un prisionero ucraniano. La Fiscalía General de Ucrania confirmó que ya se han abierto 75 investigaciones penales relacionadas con la ejecución de 268 prisioneros ucranianos, y el número de casos ha crecido significativamente desde 2022.
Las transmisiones de radio, según expertos forenses en audio, no presentan indicios de manipulación y se consideran auténticas. Funcionarios de inteligencia occidentales, así como el relator especial de la ONU para ejecuciones extrajudiciales, coinciden en que las evidencias sugieren una política deliberada, posiblemente autorizada por los altos mandos militares rusos e incluso por el propio presidente Vladimir Putin.
Estos incidentes refuerzan la preocupación internacional sobre la conducta del ejército ruso en el conflicto y podrían entorpecer los esfuerzos diplomáticos para resolver la guerra, particularmente ante la ambigüedad mostrada por el presidente estadounidense Donald Trump en torno a Moscú. Además del impacto legal, estas ejecuciones parecen formar parte de una estrategia de guerra psicológica. Según autoridades ucranianas, las fuerzas rusas han publicado en redes sociales videos de extrema violencia como parte de una campaña para desmoralizar a las tropas rivales.
Por su parte, Ucrania asegura haber reforzado la capacitación de su personal militar para garantizar el cumplimiento del derecho internacional humanitario, especialmente en el tratamiento de prisioneros de guerra. Mientras tanto, las imágenes difundidas y las grabaciones interceptadas podrían convertirse en elementos clave en futuros juicios por crímenes de guerra que involucren a altos mandos del Kremlin.
