Murió Pepe Mujica a los 89 años, tras luchar contra un cáncer de esófago. Fue un referente político por su humildad, su militancia de izquierda y su ejemplo de vida austera.

Este 13 de mayo, Uruguay y América Latina despidieron a uno de sus líderes políticos más emblemáticos: José “Pepe” Mujica, expresidente del país sudamericano, falleció a los 89 años a causa de un cáncer de esófago y de hígado. La noticia fue confirmada por el presidente Yamandú Orsi a través de redes sociales, en un mensaje que reflejaba el profundo respeto y cariño que el pueblo uruguayo sentía por él: “Te vamos a extrañar mucho, Viejo querido. Gracias por todo lo que nos diste y por tu profundo amor por tu pueblo”.
Desde el día anterior, su esposa Lucía Topolansky había comunicado que Mujica se encontraba en etapa terminal bajo cuidados paliativos. “Estoy con él hace más de 40 años y estaré hasta el final; eso fue lo que prometí”, declaró. El deterioro de su salud, causado por la expansión del cáncer, lo obligó a abandonar los tratamientos médicos en sus últimas semanas.
José Mujica nació en Montevideo el 20 de mayo de 1935. Estaba a solo días de cumplir 90 años. Su vida estuvo marcada por una lucha constante, primero como guerrillero del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros en los años sesenta. Por esa militancia fue encarcelado durante la dictadura militar entre 1972 y 1985, pasando largos años en condiciones inhumanas.
Tras recuperar la libertad, se integró de lleno a la vida política democrática. Fue diputado y senador por el Frente Amplio, una coalición de izquierda, y luego ocupó el cargo de ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca. En 2010 fue electo presidente de Uruguay, cargo que desempeñó hasta 2015.
Durante su mandato y toda su vida política, Mujica fue admirado internacionalmente por su estilo de vida austero, su discurso franco y sus convicciones firmes. Donaba la mayor parte de su salario como presidente a causas sociales y vivía en una modesta chacra a las afueras de Montevideo. Criticó abiertamente al consumismo y al capitalismo, promoviendo una visión alternativa de la vida pública y el bienestar social.
En reconocimiento a su trayectoria, recibió múltiples distinciones internacionales. En 2014, el entonces presidente de México, Enrique Peña Nieto, le otorgó la Orden Mexicana del Águila Azteca, la máxima condecoración que el gobierno mexicano entrega a extranjeros.
Hoy, Pepe Mujica deja un legado imborrable en la historia política de Uruguay y de América Latina. Su vida fue una síntesis de lucha, resistencia, humildad y compromiso con los más desfavorecidos.