El peso mexicano se fortaleció frente al dólar, cerrando en 18.91 unidades, impulsado por menor tensión en Medio Oriente y expectativa ante decisiones de bancos centrales.
El peso mexicano comenzó la semana con una ligera apreciación del 0.15 por ciento frente al dólar estadounidense, cotizando en 18.9114 unidades por dólar spot, según datos del Banco de México. Durante la jornada del lunes, la moneda nacional se movió en un rango de 18.8790 a 18.9450 unidades en el mercado interbancario, niveles que no se veían desde agosto del año pasado.
El fortalecimiento del peso estuvo influenciado por un entorno internacional más relajado en cuanto a tensiones geopolíticas, principalmente por reportes que apuntan a una posible tregua entre Irán e Israel. Esto ha reducido la aversión al riesgo y ha debilitado al dólar estadounidense, beneficiando a divisas emergentes como el peso mexicano.
En este contexto, los mercados financieros se mantienen atentos a los anuncios que puedan surgir durante la visita oficial de la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, a Canadá, en el marco de las reuniones del G7. Se espera que la agenda toque temas clave como comercio, migración y seguridad, aspectos que podrían tener impacto en los mercados.
Por otro lado, el dólar estadounidense cedió terreno frente a una canasta de seis monedas internacionales, con una baja del 0.07 por ciento en su índice DXY, el cual se ubicó en 97.677 unidades. Esta debilidad responde, en parte, a la incertidumbre generada por las políticas fiscales propuestas por la Casa Blanca, así como a la atención que concentran los bancos centrales a nivel global.
Esta semana será especialmente relevante para los mercados financieros, ya que se esperan decisiones de política monetaria por parte de los principales bancos centrales del mundo. El martes se pronunciarán el Banco de Japón y el Banco Central de Chile; el miércoles, la Reserva Federal de EE.UU. y el Banco de Inglaterra; y el jueves, el Banco Nacional de Suiza junto con el Norges Bank de Noruega.
En cuanto a los mercados bursátiles, las principales bolsas de valores en Estados Unidos cerraron al alza. El Nasdaq repuntó 1.52 por ciento, el S&P 500 avanzó 0.94 por ciento, y el Dow Jones ganó 0.75 por ciento, en un contexto donde los inversores vieron con buenos ojos la posibilidad de que Irán esté dispuesto a retomar negociaciones nucleares, siempre y cuando EE.UU. se mantenga al margen del conflicto con Israel.
En contraste, la Bolsa Mexicana de Valores cayó un 0.66 por ciento, cerrando en 57,046.85 puntos. A su vez, el mercado de bonos del Tesoro en EE.UU. presentó una liquidación generalizada, lo que elevó las tasas de interés a largo plazo. La tasa del bono a 10 años se ubicó en 4.449 por ciento.
Los precios internacionales del petróleo también reflejaron la percepción de una posible distensión en Medio Oriente, registrando una caída de más del 1 por ciento. Esto ocurre después de que el viernes pasado el crudo Brent llegara a niveles cercanos a los 80 dólares por barril, impulsado por los temores que generaron los ataques con misiles entre Irán e Israel.
La expectativa de una tregua en la región, así como las gestiones diplomáticas en curso, han contribuido a estabilizar temporalmente los mercados, reduciendo la presión sobre activos refugio y permitiendo una ligera recuperación de activos considerados de mayor riesgo, como las divisas emergentes.
