Polleros adolescentes fueron arrestados en Arizona tras una persecución vehicular; transportaban migrantes, incluido un niño de tres años que resultó herido.
Dos adolescentes estadounidenses fueron arrestados en Arizona luego de protagonizar una peligrosa persecución mientras trasladaban a varios migrantes en condiciones precarias. El hecho fue reportado por la Patrulla Fronteriza, que detalló cómo el caso se originó gracias a la detección tecnológica de un vehículo sospechoso en una zona cercana a la frontera sur del estado.
Los agentes de la Estación de Three Points recibieron una alerta sobre un Honda Civic modelo 2005 que se desplazaba hacia el sur por la Ruta Federal 19, en dirección a la frontera, para luego girar rápidamente en sentido contrario. Al notar que el automóvil parecía sobrecargado, los oficiales decidieron intervenir activando sus luces de emergencia para realizar una parada.
En ese momento, el vehículo se detuvo brevemente y de manera inesperada la cajuela se abrió, revelando a dos hombres vestidos con ropa de camuflaje. Sin embargo, antes de que los agentes pudieran intervenir, el conductor reinició la marcha con la cajuela abierta y los dos individuos aún dentro. Esto dio inicio a una persecución en la que el Honda fue conducido por áreas de maleza y arroyos, lo que terminó dañando considerablemente el vehículo y poniendo en riesgo a todos los ocupantes.
Durante la huida, los dos migrantes en la cajuela estuvieron a punto de salir despedidos debido a las maniobras bruscas del conductor. Finalmente, el automóvil se detuvo a unos 91 metros de la carretera FR-19, momento en que todos los ocupantes intentaron escapar a pie. Los agentes, al inspeccionar el interior del Honda, encontraron a una mujer adulta y a un niño de tres años en el asiento trasero. El menor presentaba una hemorragia nasal y recibió atención médica inmediata.
Las personas transportadas resultaron ser tres ciudadanos guatemaltecos y un mexicano, quienes fueron llevados a un centro de procesamiento y enfrentan cargos por entrada ilegal. Por su parte, el conductor de 17 años y el copiloto de 19 fueron acusados de contrabando de personas con agravantes, dado que pusieron en riesgo la vida de los migrantes que transportaban, incluidos el niño y los hombres encerrados en la cajuela.
Este incidente se suma a los numerosos casos recientes en los que menores de edad estadounidenses son reclutados por redes de tráfico de personas para evadir controles y aprovechar su edad en los procedimientos judiciales. Las autoridades continúan con las investigaciones para determinar si hay más implicados en esta red.
