Día de aguachiles o no, la alergia al camarón puede desarrollarse de un día para otro debido a una reacción del sistema inmunológico contra una proteína resistente llamada tropomiosina.

Los camarones, populares por su sabor y alto valor nutricional, son fuente de proteínas, minerales como zinc y hierro, y vitaminas esenciales como la B12 y la E. Durante épocas calurosas o en Cuaresma, su consumo se dispara en platillos frescos como los aguachiles. Sin embargo, también son uno de los alimentos que más alergias alimentarias pueden provocar.
La alergia al camarón, y a los mariscos en general, es una reacción del sistema inmunitario que interpreta como amenaza ciertas proteínas presentes en estos animales. Esta respuesta puede aparecer incluso en personas que antes comían camarones sin presentar ninguna molestia. Entre los mariscos que pueden desencadenar este tipo de reacciones se encuentran también langostas, cangrejos, calamares, ostras y vieiras.
Según el portal de la Mayo Clinic, algunas personas desarrollan alergia únicamente a ciertos tipos de mariscos, mientras que otras pueden presentar síntomas con cualquier variedad. Estas reacciones pueden variar desde urticaria leve o congestión nasal, hasta vómitos, hinchazón severa o incluso complicaciones potencialmente mortales.
Y sí, puedes desarrollar alergia al camarón de un día para otro. Esto se debe a la presencia de una proteína llamada tropomiosina, presente en sus tejidos musculares. Esta sustancia es resistente a la cocción, lo que significa que no se descompone fácilmente con el calor.
Como explica el divulgador “tufarmabrother”, el sistema inmunitario puede en algún momento comenzar a ver la tropomiosina como una amenaza, desencadenando una respuesta defensiva. En la primera fase, llamada sensibilización, se generan anticuerpos IgE sin que necesariamente se presenten síntomas visibles.
En exposiciones posteriores, estos anticuerpos activan unas células llamadas mastocitos, las cuales liberan histamina, una molécula involucrada en respuestas alérgicas, la digestión y otras funciones corporales. Esa liberación provoca síntomas como ronchas, náuseas, hinchazón o dificultad para respirar.
Así que, si bien puede parecer sorprendente, incluso quienes han disfrutado de camarones durante años podrían volverse alérgicos repentinamente. Por eso, es importante estar atento a cualquier reacción inusual al consumir mariscos, y consultar al médico ante cualquier síntoma.