El presidente Vladimir Putin anunció una tregua de tres días en Ucrania para mayo, pero la propuesta, recibida con escepticismo, refleja la presión creciente de Donald Trump.

El Kremlin informó este lunes que el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó un alto al fuego de tres días en Ucrania, programado para mayo. Esta sería la segunda ocasión en apenas dos semanas que Putin ofrece una pausa temporal en los combates, mientras el presidente Donald Trump muestra creciente frustración ante la negativa del mandatario ruso de poner fin al conflicto.
Según el anuncio, las fuerzas rusas suspenderán las hostilidades el 8 de mayo durante 72 horas, en conmemoración del Día de la Victoria soviética en la Segunda Guerra Mundial, celebrado el 9 de mayo, una fecha de gran relevancia en Rusia. «Durante este periodo, cesarán todas las hostilidades», indicó el Kremlin, agregando que Moscú espera que Ucrania siga su ejemplo. Dmitri S. Peskov, portavoz de Putin, afirmó que este gesto subraya la disposición rusa para buscar una solución pacífica.
No obstante, la respuesta de Ucrania fue de escepticismo. Andriy Sybiha, ministro de Asuntos Exteriores, declaró que si Rusia desea verdaderamente la paz, debería cesar el fuego de inmediato. Reiteró además que Ucrania mantiene su disposición para apoyar una interrupción de los combates de 30 días, una propuesta que Putin ha rechazado. «¿Por qué esperar hasta el 8 de mayo?», cuestionó Sybiha a través de la red social X, subrayando que Ucrania está lista para un cese de hostilidades completo y duradero.
El anuncio ruso se produce después de que Donald Trump, mediante redes sociales, instara públicamente a Putin a detener los ataques en Ucrania. La exhortación surgió tras una reunión entre Trump y el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, donde el mandatario estadounidense expresó dudas sobre la verdadera intención de paz del líder ruso.
A pesar de que Rusia rechazó previamente un alto al fuego incondicional de 30 días promovido por Trump, la reciente propuesta de Putin aparenta ser un intento por satisfacer los reclamos del expresidente estadounidense. Aun así, el historial reciente, como la tregua fallida durante la Pascua, genera dudas sobre la viabilidad de la nueva oferta.
Consultada sobre el anuncio del Kremlin, Karoline Leavitt, secretaria de prensa de Trump, reafirmó que el presidente estadounidense busca un alto al fuego permanente y recalcó la necesidad de negociaciones entre ambas partes. Sin embargo, la postura rusa continúa condicionada: el Kremlin insiste en que cualquier diálogo debe abordar lo que considera las causas profundas de la crisis, incluyendo amplias demandas de seguridad y geopolíticas que afectan no solo a Ucrania, sino a toda Europa.
Analistas cercanos al Kremlin sostienen que Putin no quiere ceder sin obtener concesiones significativas que fortalezcan su posición estratégica. Entre sus principales exigencias figuran limitar la futura capacidad militar de Ucrania y asegurar que el país no se adhiera a la OTAN, además de legitimar la anexión de Crimea.
Mientras tanto, la administración Trump, aunque ha mostrado cierta comprensión hacia la narrativa rusa, enfrenta crecientes dificultades. Ucrania ha rechazado el plan de paz propuesto por Estados Unidos, que contemplaba renuncias estratégicas por parte de Kiev sin garantías firmes de seguridad a cambio. Aunque Trump presiona por una solución, las acciones recientes de Putin, incluidos ataques a objetivos civiles, agravan la tensión.
Finalmente, el secretario de Estado, Marco Rubio, declaró que Estados Unidos evaluará esta misma semana si continúa participando en los esfuerzos diplomáticos o si, por el contrario, decide redirigir sus prioridades hacia otros asuntos considerados igualmente urgentes.