Friedrich Merz, líder de la CDU, se perfila como el próximo canciller de Alemania tras una trayectoria marcada por su visión conservadora, su rivalidad con Merkel y su apuesta por la desregulación económica.

Friedrich Merz, líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU), se consolidó como el virtual ganador de las elecciones en Alemania, según los sondeos a pie de urna. Su trayectoria política ha estado marcada por una fuerte inclinación conservadora, una relación tensa con Angela Merkel y un largo periodo fuera del ámbito gubernamental, lo que hace de su ascenso a la Cancillería un cambio significativo en la política alemana.
Desde sus inicios en la Juventud Cristianodemócrata, Merz mostró una inclinación por la política tradicionalista. Sin embargo, su carrera se vio interrumpida por 12 años, coincidiendo con la era de Merkel, con quien tuvo notorias diferencias ideológicas. Su reciente disposición a aprobar leyes migratorias con el apoyo de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) le generó duras críticas, incluida la de la excanciller. A diferencia de Merkel, quien apostó por el consenso político, Merz ha mantenido posiciones tajantes y un estilo confrontativo que ahora deberá poner a prueba como líder del gobierno.
En términos económicos, es un firme defensor de la desregulación, la privatización y la reducción de impuestos, además de promover recortes en programas sociales. Su visión neoliberal contrasta con los enfoques más moderados de sus predecesores y plantea interrogantes sobre el futuro de la economía alemana en un contexto de crisis.
En el ámbito de la defensa, Merz ha apoyado de manera constante la ayuda a Ucrania, pero ha asegurado que su gobierno adoptaría una postura aún más dura contra Vladimir Putin. Ha declarado que daría a Rusia un ultimátum de 24 horas para cesar los ataques y que, en caso contrario, enviaría misiles de largo alcance Taurus a Kiev, una medida que el actual gobierno ha evitado para no agravar el conflicto.
La pugna con Angela Merkel
El enfrentamiento entre Merz y Merkel ha sido una constante en la CDU. En 2002, ambos ascendieron dentro del partido en medio de una crisis provocada por un escándalo de donaciones ilegales. Merz asumió la jefatura del grupo parlamentario, mientras que Merkel se convirtió en líder del partido. Sin embargo, la entonces futura canciller logró desplazarlo, relegándolo a un segundo plano tras su llegada al poder en 2005.
Merz se alejó de la política en 2009, año en que su propio padre renunció a la CDU después de más de cinco décadas de militancia. Durante más de una década, trabajó en el sector privado, desempeñándose como abogado y ocupando puestos en consejos de supervisión y administración de empresas, entre ellos, el fondo de inversión estadounidense BlackRock, donde fue presidente en Alemania entre 2016 y 2020.
En 2018, en una entrevista, afirmó que sus ingresos anuales rondaban el millón de euros, asegurando que se consideraba parte de la «clase media-alta». Además, es piloto aficionado y posee su propio avión privado.
El regreso de Merz a la política se concretó en 2021, cuando la CDU, bajo el liderazgo de Armin Laschet, sufrió una dura derrota electoral ante el Partido Socialdemócrata (SPD). A raíz de este fracaso, asumió el liderazgo del partido y del grupo parlamentario, preparando el camino para su candidatura en 2024.
Ahora, con su victoria en las elecciones, Merz enfrenta el desafío de consolidar una coalición de gobierno en un Parlamento fragmentado y definir el rumbo que tomará Alemania en materia económica, migratoria y de seguridad, marcando una nueva etapa para la mayor potencia de Europa.