Jóvenes de diversas partes de México, grabados en TikTok, aseguran que se unirán al CJNG como sicarios por voluntad propia. Estos videos promueven ofertas laborales falsas para el grupo criminal.
Diversos videos en TikTok han causado revuelo al mostrar a jóvenes que aseguran que se unirá al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) como sicarios. Los jóvenes, con edades que oscilan entre los 17 y 32 años, se graban diciendo que toman esta decisión por voluntad propia, destacando que no hay ninguna coacción detrás de su elección. En los mensajes, mencionan que van a formar parte del Operativo Calavera, una célula activa en la frontera entre Michoacán y Jalisco.
Estos videos, que en su mayoría se repiten con el mismo mensaje, revelan que los participantes provienen de diversos estados como Jalisco, Guerrero, Puebla, Hidalgo y Querétaro. En algunos de los videos, incluso se menciona el interés de unirse al CJNG por los beneficios ofrecidos, como empleo bien remunerado, comida, hospedaje, y otros, que presuntamente se detallan en las ofertas laborales del grupo criminal.
En paralelo, también se ha documentado que el CJNG utiliza las redes sociales para difundir ofertas laborales falsas, principalmente para cargos como guardias de seguridad. A través de TikTok, los presuntos reclutadores de la organización criminal, quienes se hacen llamar “Las 4 Letras”, promueven estos trabajos con salarios atractivos, pero sin especificar la naturaleza del mismo, ni las implicaciones que podría tener unirse al grupo.
El gobierno mexicano, a través de las declaraciones del Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, ha informado que en el último periodo se han detenido a decenas de personas involucradas en el reclutamiento de jóvenes para el CJNG, destacando la utilización de las redes sociales como una de las principales herramientas del crimen organizado para expandir su influencia. La autoridad también señaló que entre los detenidos se encuentra un sujeto conocido como el Comandante Lastra, quien operaba en la Ciudad de México y tenía vínculos directos con el rancho Izaguirre, utilizado como centro de entrenamiento para los sicarios del CJNG.
