Claudia Sheinbaum conversó con Donald Trump tras su salida del G-7; abordaron temas como migración, seguridad y economía.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, informó que logró sostener una conversación telefónica con su homólogo estadounidense, Donald Trump, a pesar de que el mandatario abandonó anticipadamente la cumbre del G-7 celebrada en Alberta, Canadá. El encuentro entre ambos jefes de Estado estaba programado como parte de las actividades oficiales, pero fue cancelado debido a que Trump tuvo que regresar a Estados Unidos por la crisis en Medio Oriente.
A través de su cuenta oficial en la red social X, antes Twitter, Sheinbaum calificó el diálogo como “una muy buena conversación”, en la que ambos coincidieron en la importancia de avanzar juntos en temas clave que preocupan a ambas naciones. “Coincidimos en trabajar juntos para llegar pronto a un acuerdo en diversos temas que hoy nos preocupan”, señaló la mandataria, sin detallar los puntos específicos tratados.
Previo al anuncio, la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, explicó que el abrupto cambio en la agenda de Trump afectó varias reuniones bilaterales previstas con otros líderes internacionales, y que la cancelación del encuentro físico con la presidenta mexicana no fue un hecho aislado. Aclaró que aún existen posibilidades de que ambos mandatarios sostengan una reunión presencial próximamente.
Aunque la llamada no se dio en el marco presencial del G-7 como se esperaba, el contacto telefónico entre los presidentes cobró relevancia por el contexto bilateral actual. Entre los temas que habrían sido abordados, destacan la seguridad, la migración y el fortalecimiento de la relación económica entre ambas naciones.
En los días previos a la cumbre, la agenda bilateral había sido marcada por controversias como el posible impuesto a las remesas que plantea el gobierno estadounidense, así como las redadas migratorias implementadas por la administración de Trump. Sin embargo, el tono del mensaje compartido por Sheinbaum fue conciliador, lo que indica una voluntad de cooperación entre ambos gobiernos pese a las diferencias recientes.
La conversación se convierte en el primer contacto directo entre Claudia Sheinbaum y Donald Trump desde que ambos asumieron sus respectivos cargos, y sienta las bases para una relación que, si bien comienza en un escenario complejo, podría enfocarse en acuerdos prácticos frente a retos compartidos.