El Solar Orbiter capta por primera vez imágenes nítidas del polo sur del Sol, mostrando un complejo y caótico comportamiento magnético.

Por primera vez en la historia, la humanidad tiene acceso a imágenes claras del polo sur del Sol, gracias a la nave Solar Orbiter de la Agencia Espacial Europea (ESA). Estas capturas, tomadas a finales de marzo y publicadas recientemente, representan un hito en la exploración solar, ya que muestran un magnetismo solar altamente caótico en una región que hasta ahora había permanecido prácticamente invisible para la ciencia.
Según Carole Mundell, directora científica de la ESA, este logro marca un antes y un después en el estudio del Sol. Hasta ahora, solo se disponía de visiones laterales poco claras de los polos, comparables a “mirar a través de hierba”, como describió Mathew Owens, físico espacial de la Universidad de Reading, Inglaterra. Estas nuevas imágenes permitirán comprender mejor el comportamiento del Sol y su influencia sobre el sistema solar.
El Solar Orbiter, una nave del tamaño de un automóvil, fue lanzado en febrero de 2020 y ha utilizado la gravedad de Venus para modificar su órbita, permitiéndole captar ángulos elevados del Sol que antes eran inaccesibles. Esta maniobra ha sido fundamental para observar los polos, regiones que sólo una nave previa, la Ulysses, logró sobrevolar, aunque sin cámaras. A diferencia de aquella misión, el Solar Orbiter lleva diez instrumentos científicos, entre ellos sofisticadas cámaras para capturar la actividad solar en detalle.
En su paso más reciente, la nave se aproximó a 51 millones de kilómetros del Sol, a un ángulo de 17 grados sobre su polo sur. Las imágenes obtenidas revelan un patrón moteado de actividad magnética, resultado de campos que emergen y se hunden en la superficie solar. Este comportamiento caótico coincide con la fase actual de transición entre el máximo y el mínimo solar, lo que sugiere que el campo magnético del Sol está reconfigurándose, borrando temporalmente las diferencias entre el norte y el sur.
La científica Anik De Groof explicó que, mientras en el mínimo solar los polos tienen polaridades bien definidas, ahora no hay una polaridad dominante. Este “desorden magnético” podría ofrecer pistas sobre cómo se generan los ciclos solares y por qué varían en intensidad, información vital para predecir el clima espacial y sus efectos sobre satélites y sistemas eléctricos en la Tierra.
Además, las imágenes evidencian que los polos del Sol tienen menor actividad que el ecuador, una diferencia que aún no se comprende del todo. Otra incógnita relevante es la velocidad del viento solar, que viaja más rápido desde los polos que desde el ecuador. Comprender la estructura del campo magnético en estas regiones podría dar una respuesta.
Uno de los mayores misterios solares también podría acercarse a una solución: la razón por la cual la corona solar, su atmósfera exterior, es mucho más caliente que su superficie. El Solar Orbiter ya ha observado plasma de diferentes temperaturas ascendiendo desde el polo sur, lo que podría ayudar a entender cómo se mueve y comporta esta materia altamente energética.
A finales de este año, se espera recibir las primeras imágenes del polo norte solar, que ya han sido captadas por la nave, y en los próximos años —especialmente en 2027 y 2029— el Solar Orbiter alcanzará inclinaciones aún mayores, de hasta 33 grados, lo que permitirá observar los polos con una claridad sin precedentes. De Groof anticipa que estos futuros acercamientos podrían revelar cambios dramáticos en la estructura de los polos solares.
Con cada nueva imagen, los científicos se acercan más a desentrañar los secretos más profundos de nuestra estrella y su papel fundamental en la dinámica del sistema solar.