La hidratación de la piel es clave para que el perfume dure más, especialmente en verano cuando el calor acelera su evaporación.
Aplicarse perfume antes de salir de casa es un ritual común para muchas personas, pero cuando las temperaturas suben durante el verano, es frecuente notar que la fragancia desaparece rápidamente. Esto ocurre porque el calor acelera la evaporación de los compuestos aromáticos, reduciendo drásticamente su duración en la piel. Sin embargo, existe un truco sencillo pero eficaz que puede ayudarte a conservar tu aroma favorito durante todo el día.
Según reveló el medio italiano Slussola News, más allá de la concentración del perfume, el verdadero secreto está en el estado de la piel. La clave para prolongar la fragancia no es tanto el tipo de perfume que se utiliza, sino cuán hidratada está la piel en el momento de aplicarlo.
Cuando la piel está seca, el perfume se evapora más rápidamente porque no hay una base que lo retenga. En cambio, una piel bien hidratada funciona como una capa protectora que atrapa las moléculas del aroma y permite una liberación más lenta, prolongando la fragancia durante horas.
Para aplicar correctamente este truco, se recomienda usar una crema hidratante neutra o con la misma esencia del perfume. Lo ideal es colocar una pequeña cantidad de crema en la palma de la mano, esparcirla en las zonas donde normalmente se aplica el perfume —como muñecas, cuello o detrás de las orejas— y luego añadir unas gotas del perfume sobre esas áreas. Esta técnica no solo mejora la fijación del aroma, sino que lo hace más duradero y menos agresivo con la piel.
Este sencillo hábito puede marcar una gran diferencia, sobre todo en climas cálidos o para personas que necesitan mantener una fragancia fresca a lo largo del día sin tener que reaplicarla constantemente.
