Gastos como consultas médicas, análisis clínicos y seguros pueden ser deducidos ante el SAT si se facturan correctamente y cumplen los requisitos fiscales establecidos.
En México, las personas físicas tienen la posibilidad de deducir diversos gastos de su vida diaria al presentar su declaración anual ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT), lo que puede resultar en un saldo a favor. Para ello, es indispensable solicitar la factura correspondiente, siempre que el gasto cumpla con los criterios fiscales establecidos.
Entre los gastos más comunes que pueden deducirse se encuentran los honorarios médicos, dentales, psicológicos y nutricionales, así como gastos hospitalarios, medicamentos incluidos en facturas de hospitales, servicios de enfermería, análisis clínicos, estudios de laboratorio, prótesis, aparatos para rehabilitación, y lentes ópticos graduados. También es posible deducir las primas pagadas por seguros de gastos médicos mayores.
Estas deducciones no sólo aplican para el contribuyente, sino también para sus familiares directos, como el cónyuge, concubina(o), padres, abuelos, hijos y nietos, siempre y cuando estos no hayan percibido ingresos superiores al salario mínimo anual.
Es fundamental que las facturas sean emitidas por profesionales titulados y que los pagos se realicen mediante medios electrónicos como transferencia, tarjeta de débito o crédito, o cheque nominativo, ya que el efectivo no es un medio válido para deducciones personales. Además, si se trata de gastos médicos derivados de alguna discapacidad o incapacidad superior al 50% de la capacidad normal, se debe contar con la constancia correspondiente emitida por una institución pública del Sistema Nacional de Salud.
Por último, es importante destacar que el SAT carga automáticamente al simulador de declaración aquellas facturas que cumplen con todos los requisitos, facilitando así el proceso para que los contribuyentes puedan deducir de forma efectiva y transparente sus gastos permitidos.
