Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de violar la tregua de Pascua, mientras el conflicto se intensifica con ataques y bombardeos en varias regiones del frente.
El 20 de abril de 2025, en pleno periodo de Pascua ortodoxa, Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de violar la tregua temporal acordada. El Ministerio de Defensa ruso denunció ataques nocturnos ucranianos en Donetsk y el uso de 48 drones, uno de ellos dirigido hacia Crimea. Por su parte, Ucrania responsabilizó a Rusia de romper la tregua con 59 bombardeos y cinco asaltos militares en varias zonas del frente, incluyendo Zaporiyia y Donetsk.
A pesar de estas hostilidades, ambas partes llevaron a cabo el mayor intercambio de prisioneros hasta la fecha: 243 por cada lado, junto a varios heridos. El Kremlin había planteado la tregua como un gesto humanitario y una oportunidad para evaluar la disposición de Kiev a dialogar. Sin embargo, advirtió a sus tropas que estuvieran listas ante posibles provocaciones.
Este episodio refleja la persistente inestabilidad en la región y la dificultad de alcanzar una paz duradera. La comunidad internacional observa con preocupación la escalada del conflicto y las consecuencias humanitarias que conlleva.
