Los avistamientos de objetos voladores en Nueva Jersey han generado teorías conspirativas y una búsqueda de respuestas por parte de legisladores y ciudadanos, mientras la desconfianza en las instituciones crece.
Recientemente, un zumbido inquietante ha captado la atención de los residentes de Nueva Jersey. Los avistamientos nocturnos de objetos voladores han desatado teorías conspirativas y un creciente interés por parte de los observadores del cielo. La saga de los drones en esta región ha alcanzado nuevos niveles de intriga.
Esta semana, legisladores locales han comenzado a exigir respuestas a las autoridades federales y estatales sobre el origen de estos avistamientos, aunque hasta ahora no han recibido información clara. El Gobernador Phil Murphy dirigió una carta al Presidente Joe Biden solicitando explicaciones, mientras que el nuevo senador de Nueva Jersey, Andy Kim, participó en una cacería de drones en el norte del estado, compartiendo sus hallazgos en redes sociales.
La especulación ha crecido, con teorías que van desde drones de una supuesta nave nodriza iraní hasta operaciones del Servicio Secreto en la propiedad del expresidente Donald Trump. La incertidumbre ha llevado a muchos a crear grupos en redes sociales, como “Drones Misteriosos de Nueva Jersey: resolvámoslo”, que ya cuenta con casi 44,000 miembros.
Un video compartido muestra una luz brillante en el cielo, generando opiniones diversas sobre su naturaleza, mientras algunos usuarios proponen derribar los drones, a pesar de las advertencias de expertos. Trisha Bushey, residente de Lebanon Township, ha estado observando los avistamientos cerca del embalse de Round Valley y se ha convencido de que son drones tras investigar en línea.
A pesar de las afirmaciones del Gobernador de que los avistamientos no representan una amenaza, muchos ciudadanos, como Bushey, cuestionan esta postura, argumentando que la falta de información genera inquietud. William Austin, presidente del Colegio Universitario del Condado Warren, sugiere que muchos avistamientos son malinterpretaciones de aviones y helicópteros, instando a las personas a utilizar aplicaciones de rastreo para aclarar sus dudas.
Sin embargo, la desconfianza en las instituciones persiste, y muchos continúan formulando sus propias teorías sobre el origen de estos misteriosos objetos voladores. Para algunos, como Seph Divine de Oregon, la responsabilidad de resolver el misterio recae en los ciudadanos, quienes deben mantenerse informados y evitar caer en la histeria colectiva.