Una jueza federal frenó la orden del gobierno de Trump que buscaba impedir que Harvard admitiera a estudiantes internacionales.

La Universidad de Harvard obtuvo una victoria legal este viernes luego de que una jueza federal de Boston bloqueara temporalmente la orden del gobierno de Donald Trump que pretendía impedir la inscripción de estudiantes internacionales en la institución. La medida había sido anunciada menos de 24 horas antes por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), provocando una respuesta inmediata por parte de la universidad.
La jueza Allison D. Burroughs concedió una orden de restricción temporal al considerar que la imposición federal representaría un “perjuicio inmediato e irreparable” para Harvard. En su fallo, señaló que la universidad había demostrado con claridad los daños potenciales de la medida, especialmente al tratarse de una institución que depende ampliamente de su población estudiantil internacional.
Harvard presentó una demanda contra la administración Trump el mismo viernes, denunciando una “campaña de represalias” motivada por tensiones previas entre el gobierno y la universidad. La acción legal alega que el retiro de la certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio fue una represalia por el ejercicio de la libertad académica y de expresión protegida por la Primera Enmienda.
El decano Alan M. Garber envió una carta a la comunidad universitaria en la que calificó la medida como “ilegal e injustificada”, advirtiendo que pone en riesgo el futuro de miles de estudiantes y socava la misión educativa de Harvard. La institución argumentó que, sin su población internacional, “Harvard no es Harvard”, subrayando que estos estudiantes constituyen una cuarta parte de su matrícula.
La demanda también reveló que el gobierno había solicitado en abril una gran cantidad de información sobre estudiantes internacionales relacionados con protestas estudiantiles, incluyendo registros de los últimos cinco años, videos, y medidas disciplinarias. A pesar de haber entregado los datos requeridos antes del plazo, el gobierno procedió con la revocación.
Este episodio marca la segunda ocasión en pocas semanas en la que Harvard lleva al gobierno federal ante los tribunales, evidenciando un creciente enfrentamiento entre la administración y una de las universidades más influyentes del país. La decisión de la jueza representa un freno temporal, pero el conflicto legal aún no concluye.