En la primaria Belisario Domínguez, madres y padres cerraron el plantel ante denuncias de maltrato por parte de una maestra, afectando emocionalmente a niñas y niños.

En un acto de protesta, madres y padres de familia de la Escuela Primaria Federal Belisario Domínguez exigieron la destitución de la maestra de cuarto grado, acusada de ejercer violencia física y verbal contra niñas y niños. Como medida de presión, cerraron con cadena y candado el acceso principal al plantel, argumentando que varios alumnos han requerido atención psicológica por los constantes episodios de maltrato.
De acuerdo con las denuncias, esta situación ha deteriorado gravemente el ambiente escolar. El grupo originalmente contaba con 21 estudiantes, pero la asignación de la maestra Rosario como titular provocó una deserción progresiva. Actualmente, solo nueve alumnos están inscritos, de los cuales asisten regularmente entre cuatro y cinco. Las familias señalan que han optado por retirar a sus hijos para protegerlos de más episodios de violencia, lo que ha generado una fuerte caída en la matrícula.
Las madres señalaron que los abusos se han denunciado desde hace más de tres años. Incluso el ciclo escolar anterior, cerraron la escuela en protesta. En aquel momento, Servicios Educativos del Estado de Chihuahua (SEECH) y la Secretaría de Educación se comprometieron a enviar a otro docente, promesa que nunca se cumplió. Aunque existe un expediente detallado sobre los comportamientos de la maestra y se activó el protocolo por vulneración de derechos desde el inicio del presente ciclo escolar, la docente ha sido reincorporada en distintas ocasiones, alternando con maestras de resguardo.
A pesar de que existen actas, evaluaciones negativas y testimonios que reportan que la maestra ha aventado sillas, documentos e insultado a estudiantes, madres y personal, las autoridades educativas han argumentado que algunas notas no son válidas porque fueron levantadas cuando no estaba frente al grupo. Ante esta falta de respuesta, los padres aseguran que no reabrirán la escuela hasta que la docente sea retirada de manera definitiva.
Itzel Ramírez, madre de familia, denunció que han sido ignoradas durante todo el ciclo escolar. La docente, identificada como Chayito, con 33 años de servicio y 65 años de edad, ha expresado su negativa a jubilarse, argumentando que lo hará cuando ella lo decida, y presume contar con el respaldo de la Sección 8 del SNTE. Las familias también afirman que su desempeño docente es deficiente: no elabora planeaciones, comete errores en evaluaciones y no lleva un control adecuado de las asistencias.
La directora del plantel, Tania Reyes, confirmó que ha intentado apoyar a la maestra para mejorar su desempeño, pero esta se niega a colaborar. Incluso se ha levantado documentación que ha sido entregada a instancias superiores, sin resultados concretos. “Si SEECH tuviera voluntad, ya se habría tomado una decisión”, expresó.
A pesar de que algunos estudiantes han recibido apoyo psicológico, especialmente en cuarto y quinto grado, la permanencia de la maestra sigue siendo motivo de afectaciones emocionales para los alumnos. La comunidad escolar insiste en que su objetivo no es dañar a la escuela, sino rescatarla: “Queremos que crezca, no que siga cayendo la matrícula”, declararon.
Este martes acudió al plantel Héctor Esteban Rosales, representante del Departamento Académico y de Operación Educativa de SEECH, quien dialogó con las madres y con la directora. Se comprometió a enviar a un maestro para que las clases se reanuden este miércoles, asegurando que ya se realizaron las gestiones necesarias para resolver temporalmente la situación.