Domicilio vinculado al cristal fue el último lugar donde vieron a Edgar Trujillo y Jonathán Lozano antes de su desaparición en Aldama.
La madrugada del 9 de junio, Edgar Adrián Trujillo Irigoyen y Jonathán Israel Lozano Cordero fueron secuestrados por hombres armados mientras se encontraban en el exterior de un domicilio ubicado en el fraccionamiento Los Álamos, en Aldama. De acuerdo con información recabada entre agentes de la Policía Municipal y elementos de la Fiscalía General del Estado, la vivienda donde se encontraban las víctimas estaba identificada como un punto de venta de metanfetamina, comúnmente conocido como “tiendita”.
Según las primeras investigaciones, Trujillo, de 36 años, y Lozano, de 26, se hallaban consumiendo bebidas alcohólicas afuera del inmueble, situado sobre la calle Álamo Afgano, cuando fueron sorprendidos por un grupo armado que, sin mediar palabra, los obligó a abordar una camioneta tipo Cherokee de color blanco. La unidad fue vista por última vez alejándose rápidamente del sector, sin que hasta el momento se conozca el paradero de los dos hombres.
Las autoridades confirmaron que dicho domicilio ya era objeto de seguimiento por parte de corporaciones de seguridad debido a reportes previos que lo señalaban como centro de distribución de cristal, una droga sintética altamente adictiva. Aunque no se ha confirmado si las víctimas tenían alguna relación con las actividades ilícitas del lugar, su presencia ahí ha sido un punto clave en las indagatorias.
Respecto a las características físicas de los desaparecidos, Edgar Adrián Trujillo Irigoyen es de complexión robusta, mide 1.70 metros, pesa 80 kilos, tiene tez morena clara, cabello lacio negro, ojos café, cara ovalada y boca grande. Al momento de su desaparición, vestía pantalón de mezclilla negro, camiseta sin mangas, gorra negra y tenis blancos.
Por su parte, Jonathán Israel Lozano Cordero mide 1.75 metros, también pesa 80 kilos y tiene complexión regular. Es de tez morena clara, con cabello negro, ojos café, cara ovalada, nariz grande y boca mediana. Como señas particulares, presenta un diente quebrado y una cicatriz visible en el labio superior. Vestía camisa blanca a rayas negras con la leyenda “Tecate”, pantalón de mezclilla negro, tenis negros y gorra blanca con azul.
La Fiscalía continúa con las investigaciones para dar con el paradero de ambos hombres y esclarecer si su desaparición está relacionada con el narcomenudeo en la zona, mientras que familiares y conocidos exigen respuestas y avances en el caso.
