Boca Juniors empató 2-2 ante Benfica en un partido vibrante del Mundial de Clubes, dejando ir la victoria en los minutos finales con un cabezazo de Otamendi.

En un duelo que mantuvo a los aficionados al filo del asiento, Boca Juniors y Benfica protagonizaron un emocionante empate 2-2 en el Mundial de Clubes. El conjunto argentino, dirigido por Miguel Ángel Russo, estuvo cerca de firmar una victoria histórica, pero el cuadro portugués logró rescatar el punto en los últimos minutos gracias a un cabezazo de Nicolás Otamendi.
A pesar de que Benfica partía como favorito, Boca plantó cara con valentía desde el inicio. La presión alta y el juego directo rindieron frutos rápidamente. Aunque la mala noticia llegó temprano con la lesión del refuerzo Ander Herrera, sustituido al 20’ por Tomás Belmonte, apenas un minuto después llegó el primer gol: Lautaro Blanco desbordó por izquierda y asistió a Miguel Merentiel, quien empujó el balón para el 1-0.
La ventaja se duplicó pronto. En un tiro de esquina cobrado por Kevin Zenón, Ayrton Costa peinó el esférico que Rodrigo Battaglia cabeceó al fondo de las redes al minuto 27. Boca dominó por varios pasajes del primer tiempo, pero una falta cometida por Carlos Palacios dentro del área permitió que Ángel Di María descontara desde los once pasos justo antes del descanso. En un gesto que conmovió a muchos, el exjugador de Boca pidió disculpas tras anotar frente a la afición xeneize.
La tensión aumentó cuando Ander Herrera, ya en el banquillo, fue expulsado por reclamar airadamente al VAR. Ya en el complemento, Boca adoptó una postura más defensiva, mientras el técnico luso Bruno Lague apostó por el ataque con el ingreso del italiano Andrea Belotti. Sin embargo, este último duró poco en el campo, siendo expulsado por una dura entrada al 72’.
Boca parecía controlar el trámite, pero a seis minutos del final, Otamendi se elevó dentro del área y con un certero cabezazo marcó el empate 2-2, enfriando los ánimos sudamericanos. El cierre fue de locura, con opciones para ambos equipos, hasta que Nicolás Figal fue expulsado al 88’ tras una entrada a destiempo que obligó a Boca a encerrarse para conservar al menos un punto.
El empate deja una mezcla de sensaciones: para Boca, la frustración de dejar escapar la victoria, y para Benfica, el alivio de salvar un resultado adverso. Un choque que no decepcionó y que dejó abierta la competencia en el grupo.