¿Sabías que existe un muñeco real que inspiró películas de terror y aún aterroriza desde un museo? Esta es la historia espeluznante y verídica del muñeco Robert.
Antes de que Annabelle te hiciera saltar del asiento o Chucky sembrara tu infancia de traumas, Robert ya era la pesadilla original. Y no, no estamos hablando de una leyenda urbana: el muñeco Robert es real, existe, y hasta tiene su propia vitrina en un museo en Florida, donde sigue sembrando el miedo entre visitantes, empleados y hasta escépticos.
El origen de Robert se remonta a principios del siglo XX, cuando fue entregado como regalo al pequeño Robert Eugene Otto, un niño que vivía en una mansión gótica de Key West. Todo iba bien… hasta que los padres empezaron a escuchar al niño hablar solo y una voz extraña contestarle. Cosas se rompían, muebles se movían, y el niño siempre decía lo mismo: “Fue Robert”.
¿Muñeco poseído o niño muy creativo? Pues… parece que sí da miedo
Robert era tratado como un miembro más de la familia. Tenía su propia silla en la mesa y dormía en la misma cama que el niño. Pero las cosas se pusieron turbias: vecinos aseguraban verlo moverse por las ventanas, y quienes lo visitaban afirmaban sentir una energía siniestra.
Después de la muerte de Eugene, el muñeco quedó abandonado en el ático de la casa… hasta que los nuevos propietarios lo encontraron. Y desde ahí, empezaron las tragedias: accidentes, enfermedades, divorcios. Por eso, Robert terminó en el Fort East Martello Museum, donde aún vive (sí, vive) bajo estrictas normas: no se le puede tomar una foto sin pedirle permiso. Y si lo haces, más te vale disculparte.
Cartas de perdón y una vibra tan pesada como su historia
En el museo, Robert está rodeado de cartas reales de personas que aseguran haber sido maldecidas por él. La mayoría piden perdón por haberle faltado al respeto o haberse reído de él. ¿Lo mejor (o peor)? ¡Muchos dicen que después de escribirle a Robert, sus problemas paran!
Así que sí: existe un muñeco al que miles de personas alrededor del mundo le temen. Tiene su propio perfil en redes sociales, merch, y hasta ha sido inspiración para películas como Chucky y Annabelle. Pero a diferencia de esos muñecos de película, Robert no necesita efectos especiales para dar miedo. Solo te mira… y espera.
¿Y qué le pasa a quien no le tiene miedo?
Si eres valiente y te ríes de esto, el museo tiene registros de personas que lo hicieron… y luego sufrieron consecuencias. ¿Casualidad? Tal vez. Pero ¿quieres arriesgarte?
Incluso ha habido supuestos parapsicólogos que han detectado campos energéticos intensos alrededor del muñeco. Y sí, también ellos tuvieron problemas después. Así que más vale no tentar al destino.
