Vicente Fox Quesada, ex presidente de México, justificó la decisión de Donald Trump de clasificar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras. Durante la Cumbre Nacional de Economía y Turismo, Fox destacó que la estrategia de seguridad actual está dando resultados, pero lamentó que la política anterior de «abrazos, no balazos» llevó a esta situación. Trump firmó una orden ejecutiva para evaluar qué cárteles podrían ser reclasificados y advirtió sobre posibles acciones en territorio mexicano. El gobierno mexicano ha minimizado el riesgo de intervencionismo, abogando por la colaboración.
El ex presidente de México, Vicente Fox Quesada, justificó la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de reclasificar a los cárteles del crimen organizado como organizaciones terroristas extranjeras. Esta declaración se produce en un contexto en el que se discute si el gobierno de EE. UU. estaría dispuesto a intervenir directamente en México.
Durante la Cumbre Nacional de Economía y Turismo, Fox reconoció que la estrategia de seguridad actual ha mostrado resultados positivos, con detenciones de líderes criminales y la incautación de fentanilo y armamento. Sin embargo, lamentó que la política anterior de «abrazos, no balazos» contribuyó a que se llegara a esta situación. “Creo que nos la ganamos; esta decisión que está tomando el presidente Trump es resultado de nuestra falta de acción contra el crimen”, afirmó Fox.
El 20 de enero, tras asumir la presidencia, Trump firmó una orden ejecutiva para evaluar qué cárteles podrían ser reclasificados como organizaciones terroristas. Aunque no se han especificado los grupos, funcionarios republicanos han identificado al menos nueve cárteles mexicanos que cumplen con los criterios establecidos en la legislación estadounidense. Para que un grupo sea considerado «terrorista extranjero», debe operar fuera de EE. UU. y representar una amenaza significativa para la seguridad nacional.
Cuando Trump fue cuestionado sobre si esto implicaría acciones contra los cárteles en México, respondió que “podría pasar; han pasado cosas más extrañas”. El gobierno mexicano, por su parte, ha minimizado la posibilidad de intervencionismo estadounidense, instando a una colaboración más estrecha entre ambos países.