El gobierno de México entregó a 29 narcotraficantes a las autoridades de Estados Unidos, entre ellos Rafael Caro Quintero, en una operación inédita que involucró más de 3,500 elementos de seguridad y 8 aeronaves militares.
En una acción histórica de cooperación bilateral, el gobierno de México entregó a 29 líderes del narcotráfico a las autoridades de Estados Unidos, incluido Rafael Caro Quintero, fundador del extinto Cártel de Guadalajara. El operativo, realizado el 27 de febrero, implicó la participación de más de 3,500 elementos de seguridad, 342 vehículos y 20 aeronaves, aunque solo 8 de ellas fueron utilizadas para el traslado de los capos.
El Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, detalló que los narcotraficantes fueron transportados desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) en aviones de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Marina (Semar). Los detenidos fueron enviados a diversas ciudades de Estados Unidos, como Washington, Nueva York, Chicago, Houston y Phoenix, donde enfrentarán procesos judiciales por delitos relacionados con narcotráfico, homicidio y secuestro.
Entre los criminales trasladados destacan figuras como Vicente Carrillo Fuentes, alias “El Viceroy”, líder del Cártel de Juárez; José Rodolfo Villarreal Hernández, “El Gato”, jefe del Cártel de los Beltrán Leyva; y Miguel Ángel Treviño Morales, “Z-40”, exlíder de Los Zetas.
Rafael Caro Quintero, considerado uno de los capos más peligrosos y buscados por Estados Unidos, se declaró no culpable ante una corte federal tras su llegada a Washington. Se espera que enfrente cargos por tráfico de drogas, secuestro y el asesinato del agente de la DEA Enrique «Kiki» Camarena en 1985, delitos que podrían llevarlo a recibir la pena de muerte.
La entrega masiva de los delincuentes se realizó como parte de los acuerdos de cooperación entre México y Estados Unidos, con el propósito de combatir la corrupción y garantizar la seguridad de ambos países. Las autoridades mexicanas destacaron que esta operación es un mensaje claro sobre la lucha contra el crimen organizado y el compromiso de erradicar la impunidad.