El milenario templo Unramsa, considerado un tesoro histórico de la dinastía Silla, fue consumido por un incendio forestal en Corea del Sur, en medio de una crisis que ha llevado al estado de catástrofe nacional.
En medio de una ola de incendios forestales que ha azotado a Corea del Sur, el templo Unramsa, un invaluable tesoro histórico de la dinastía Silla, ha quedado reducido a cenizas. Un video compartido en redes sociales muestra el momento en que las llamas consumen la estructura milenaria, causando conmoción en el país y el mundo.
Las llamas que arrasaron el templo forman parte de una serie de al menos 30 incendios forestales reportados durante el fin de semana en distintas regiones de Corea del Sur. La severa sequía y las condiciones meteorológicas extremas han intensificado el desastre, lo que llevó al gobierno a declarar estado de catástrofe nacional en un intento por contener la emergencia y coordinar los esfuerzos de rescate.
El incendio en el templo Unramsa no dejó víctimas fatales entre sus habitantes, ya que los monjes lograron evacuar a tiempo y rescatar algunas de las reliquias budistas antes de que las llamas consumieran los seis edificios principales del recinto, considerados auténticas joyas arquitectónicas de la dinastía Silla. Sin embargo, la pérdida del templo representa un golpe irreparable al patrimonio cultural surcoreano.
La crisis ha cobrado un alto costo humano y material. En la provincia de Sancheong, tres bomberos y un policía fallecieron durante las labores de extinción, mientras que cinco personas resultaron gravemente heridas y otra sufrió lesiones leves. Los incendios también han devastado otras regiones, incluyendo Ulju, Ulsan y Uiseong, donde más de mil 500 personas tuvieron que ser evacuadas y decenas de viviendas fueron destruidas.
Ante la magnitud del desastre, el gobierno surcoreano ha desplegado un operativo de emergencia con aproximadamente 100 helicópteros del Servicio Forestal de Corea, 600 camiones de bomberos y casi seis mil 400 efectivos, incluyendo personal militar, bomberos y policías. A pesar de estos esfuerzos, el fuego sigue avanzando y ha dejado miles de hectáreas calcinadas.
Mientras continúan las labores de extinción y recuperación, la pérdida del templo Unramsa marca un trágico episodio en la historia de Corea del Sur, un recordatorio de la vulnerabilidad del patrimonio cultural ante las inclemencias del clima y la furia de la naturaleza.
