Trump despidió a seis miembros del Consejo de Seguridad Nacional tras una reunión con Laura Loomer, activista que presentó una lista de funcionarios supuestamente desleales.
En una decisión que ha sacudido al Consejo de Seguridad Nacional (NSC), el expresidente Donald Trump despidió a seis funcionarios de alto nivel luego de una reunión extraordinaria en la Casa Blanca con la activista de extrema derecha Laura Loomer. Durante la reunión, Loomer expuso una lista de nombres que, según ella, no mostraban suficiente lealtad al mandatario, desencadenando una ola de ceses que ha causado preocupación entre los círculos de seguridad nacional y políticos de alto nivel.
La reunión se llevó a cabo el miércoles en el Despacho Oval y duró unos 30 minutos. Loomer, conocida por sus teorías conspirativas y su postura radical, entregó un expediente en el que cuestionaba la integridad y la fidelidad de varios funcionarios del NSC. A pesar de que el asesor de seguridad nacional, Michael Waltz, trató de defender a algunos de sus colaboradores, su intervención tuvo poco impacto. Entre los despedidos figuran Brian Walsh, director principal de inteligencia; Maggie Dougherty, directora principal de organizaciones internacionales; y Thomas Boodry, director principal de asuntos legislativos. Ninguno de ellos pudo ser contactado para emitir comentarios.
Aunque Trump negó públicamente que Loomer influyera en la decisión, durante un vuelo hacia Florida la describió como una “gran patriota” y admitió que su gobierno siempre despedirá a “gente que no nos gusta o que podría ser leal a alguien más”. La influencia de Loomer en esta decisión ha sido objeto de escrutinio, ya que su poder sobre el NSC parece superar incluso al del propio Waltz, quien a pesar de estar en una posición jerárquica superior, no logró impedir los despidos.
La lista de personas señaladas por Loomer incluía nombres como Alex Wong, asesor adjunto de Seguridad Nacional, quien no fue despedido, aunque ha sido blanco de críticas por parte de la activista, incluso por el historial profesional de su esposa en gobiernos anteriores. Loomer ha tildado públicamente a Wong de ser parte de una conspiración y lo ha atacado por supuestos vínculos con China, en una retórica que ha generado polémica por su carácter xenófobo.
La reunión también contó con la presencia del vicepresidente JD Vance, la jefa de gabinete Susie Wiles, el jefe de personal Sergio Gor y el secretario de Comercio Howard Lutnick, entre otros. Scott Perry, congresista republicano por Pensilvania, también asistió con su propia lista de inquietudes sobre el personal del gobierno. La reunión conjunta parece haber amplificado la presión sobre Trump para tomar medidas inmediatas.
Loomer, quien ha sido una aliada fiel de Trump pero también una figura controvertida, ha lanzado ataques virulentos contra funcionarios que considera no alineados con la política de “Estados Unidos primero”. En sus redes sociales, donde cuenta con más de 1,5 millones de seguidores, ha expuesto nombres y cargos, solicitando despidos e incluso la publicación de identidades de personas LGBTQ en agencias gubernamentales, lo que ha despertado serias preocupaciones sobre la ética y la legalidad de sus métodos.
En un giro reciente, Loomer ha creado su propia empresa de revisión de antecedentes, Loomered Strategies, que según ella se encargará de investigar a adversarios políticos bajo pedido. Este tipo de acciones ha convertido a Loomer en un instrumento temido entre los círculos republicanos, al punto que el propio Trump, en un evento en Mar-a-Lago, la mencionó con admiración diciendo: “Si te lumerean, tienes graves problemas. Es el final de tu carrera, de cierta forma”.
A pesar de su historial polémico, Loomer parece haber recuperado la confianza del expresidente, luego de un periodo en el que fue parcialmente marginada de la campaña de 2024 por sus teorías sobre los atentados del 11 de septiembre. Su reciente visita a la Casa Blanca y la ejecución de varios despidos tras su intervención refuerzan su influencia en el entorno más cercano a Trump, mientras continúa presionando por un alineamiento total en torno a sus intereses y los del expresidente.
