La cápsula soviética Cosmos 482 caerá a la Tierra esta semana

La cápsula soviética Cosmos 482, fallida misión a Venus, reingresará a la Tierra esta semana, generando incertidumbre sobre su trayectoria y posible impacto.

cápsula

Una cápsula espacial soviética lanzada hace más de medio siglo con destino a Venus y que nunca logró salir de la órbita terrestre, está en camino de reingresar a la atmósfera terrestre esta semana. Se trata de un fragmento del fallido vehículo conocido como Cosmos 482, cuya trayectoria exacta y dimensiones aún no están del todo claras, lo que genera incertidumbre sobre cuándo y dónde podría impactar.

Aunque las estimaciones más recientes indican que el reingreso podría ocurrir alrededor del 10 de mayo, los expertos advierten que las condiciones del clima espacial y la forma del objeto dificultan hacer una predicción precisa. Lo que sí se presume es que el fragmento que caerá es la cápsula de entrada de la sonda, diseñada originalmente para resistir las extremas condiciones de aterrizaje en Venus, donde la presión atmosférica supera 90 veces la de la Tierra. Esto sugiere que la cápsula podría sobrevivir su regreso y llegar intacta al suelo terrestre.

A diferencia de otros restos espaciales que se desintegran al entrar a la atmósfera debido a la fricción, Cosmos 482 cuenta con un escudo térmico robusto que podría permitirle atravesar esa barrera sin desintegrarse, según el astrofísico Jonathan McDowell del Centro Harvard-Smithsonian. Aunque el riesgo para la población es bajo, McDowell aclaró que el peligro no es inexistente, destacando que nadie desearía ser alcanzado por un fragmento de esta cápsula.

Cosmos 482 fue parte del ambicioso programa Venera de la Unión Soviética, que en la década de 1970 buscaba alcanzar Venus antes que Estados Unidos. En 1972, dos naves de esa serie fueron lanzadas: la V-71 n.º 670, que logró llegar a Venus, y la V-71 n.º 671, que quedó atrapada en la órbita terrestre tras no alcanzar la trayectoria deseada. Como era costumbre en esos años, los satélites soviéticos que no cumplían su misión eran renombrados como parte del programa Cosmos. Desde entonces, fragmentos de ese intento fallido han ido cayendo con el tiempo, y ahora le tocaría el turno a esta cápsula.

El objeto ha permanecido en una órbita baja durante décadas sin desintegrarse, lo que, según el especialista en basura espacial Marlon Sorge, indica que tiene una estructura extremadamente densa, “como una bola de boliche”. Aunque la cápsula contaba con un paracaídas para descender en Venus, es improbable que este funcione tras tantos años de exposición al ambiente espacial.

Las autoridades calculan que la probabilidad de que el objeto cause un daño mortal es de aproximadamente 1 en 25,000, mucho menor que otros casos de basura espacial. Sin embargo, su posible zona de impacto cubre gran parte del planeta entre los 52 grados de latitud norte y sur, incluyendo continentes enteros y numerosos países. No obstante, debido a que la mayor parte del planeta es agua, lo más probable es que termine cayendo en algún océano.

En caso de que la cápsula impacte en tierra firme, se pide a la población que no se acerque ni intente tocar los restos, ya que podrían contener combustibles tóxicos u otros materiales peligrosos. Las autoridades deben ser notificadas de inmediato.

Bajo el Tratado del Espacio Exterior de 1967, Rusia seguiría siendo propietaria de los restos de Cosmos 482, y podría reclamar su recuperación. Este caso recuerda la importancia de reforzar los esfuerzos internacionales en la mitigación de desechos espaciales, ya que lo que se lanza hoy al espacio podría representar un riesgo incluso medio siglo después.

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