Chile inaugura el Observatorio Rubin, una nueva ventana al universo

El Observatorio Vera C. Rubin, en Chile, iniciará un ambicioso estudio del universo oscuro con la mayor cámara digital jamás construida.

Observatorio

En lo alto del cerro Pachón, en el borde del desierto de Atacama, Chile, se alza el Observatorio Vera C. Rubin, una instalación científica sin precedentes equipada con la mayor cámara digital jamás construida: 3.200 megapíxeles dispuestos en una rejilla superenfriada capaz de capturar el universo con un detalle inigualable. En los próximos 10 años, este observatorio cartografiará el cielo austral cada tres noches, generando una visión en movimiento del cosmos nunca antes lograda.

Ubicado bajo uno de los cielos más oscuros del planeta, Rubin pretende arrojar luz sobre los enigmas más profundos del universo: desde el origen y evolución de nuestra galaxia, hasta el misterio de la materia y la energía oscuras, que juntas representan el 95% del cosmos, aunque siguen siendo invisibles e incomprendidas. La astrónoma Vera C. Rubin, cuyo nombre lleva el observatorio, fue pionera en la detección indirecta de la materia oscura en los años setenta al estudiar la rotación de las galaxias.

A través de un barrido continuo del cielo, el telescopio identificará fenómenos transitorios como supernovas, explosiones de rayos gamma, agujeros negros recién nacidos, así como objetos nunca antes observados. Cada 30 segundos, el sistema apuntará a una nueva zona, capturando un campo visual equivalente a 40 lunas llenas. Al finalizar su recorrido, el catálogo incluirá más de 20 mil millones de galaxias y otras tantas estrellas, abarcando tanto espacio como tiempo.

Este telescopio es único en su tipo por combinar tres capacidades simultáneamente: profundidad, amplitud y velocidad. Otros instrumentos anteriores se especializaban solo en una de esas cualidades. Rubin fue concebido con la intención de observar todo lo posible, revolucionando los estudios astronómicos. La idea nació en 1996, mientras científicos observaban supernovas con el Telescopio Blanco en Chile. Entonces, Tony Tyson visualizó un instrumento más ambicioso, lo que llevó a la creación de Rubin, cuya construcción comenzó en 2015 y fue completada recientemente.

Rubin también contribuirá a esclarecer cómo se forman las estructuras del universo, al observar galaxias y rastrear la telaraña cósmica, una red estructural guiada por la materia oscura. A través del efecto de lente gravitacional, se podrá ver cómo esta materia invisible deforma la luz de galaxias lejanas, permitiendo estudiar su distribución y evolución. Estos datos son esenciales para medir la expansión del universo y entender la influencia de la energía oscura.

Este nuevo observatorio se complementará con misiones internacionales como el telescopio espacial Euclid y el futuro Nancy Grace Roman de la NASA. Aunque financiado por Estados Unidos, Rubin representa un esfuerzo global en la exploración astronómica. Científicos de todo el mundo ya anticipan los descubrimientos que ofrecerá esta nueva era de la observación celeste.

“Lo hacemos por toda la humanidad”, dijo Hiranya Peiris, astrofísica de la Universidad de Cambridge. Rubin no solo expande el conocimiento humano, también redefine cómo vemos nuestro lugar en el universo. Con su primer fotón captado en abril y su primer conjunto de imágenes listo para publicarse, este coloso óptico está a punto de iniciar oficialmente su sondeo astronómico a finales de este año.

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