Estados Unidos suspende importaciones de ganado mexicano y lanza un plan de cinco puntos para contener el gusano barrenador, con acciones conjuntas y millonaria inversión en México.
Ante el creciente riesgo que representa la propagación del gusano barrenador del ganado en México, el gobierno de Estados Unidos anunció un plan estratégico de cinco puntos destinado a contener la plaga y evitar su ingreso a territorio estadounidense. Como primera medida, se suspendieron todas las importaciones de ganado mexicano hasta nuevo aviso, mientras se refuerzan las acciones sanitarias y de contención.
La secretaria de Agricultura de Estados Unidos, Brooke L. Rollins, presentó formalmente el plan durante un evento en la base aérea de Moore, Texas, donde también anunció la creación de una nueva planta de dispersión de moscas estériles, una herramienta biológica clave para controlar al insecto. “Estados Unidos ha derrotado al gusano barrenador en el pasado, y lo volveremos a hacer”, aseguró la funcionaria.
Uno de los pilares del plan se enfoca en México, con una inversión directa de 21 millones de dólares para la renovación de la planta de producción de moscas estériles ubicada en Metapa, Chiapas. Esta instalación será capaz de generar entre 60 y 100 millones de moscas estériles por semana, las cuales serán liberadas estratégicamente para frenar la reproducción del gusano barrenador.
Otra medida incluye la ejecución de auditorías presenciales sobre los controles sanitarios mexicanos, a fin de conocer directamente los retos y fortalecer la cooperación binacional. En este sentido, se reforzarán los esquemas de vigilancia y detección de la plaga, con la entrega de trampas, cebos y asistencia técnica especializada por parte de Estados Unidos.
Rollins detalló que también se implementará un sistema de “trampeo estratégico” en zonas cercanas a la frontera sur estadounidense, lo que permitirá emitir alertas tempranas en caso de detectar nuevos focos. Además, se pedirá a México informes periódicos sobre el avance del control de la plaga.
La estrategia contempla una campaña de divulgación y concienciación en ambos países para fortalecer la colaboración entre productores, autoridades y comunidades. También se endurecerán los controles para interceptar ganado extraviado o ingresado de manera ilegal, considerado un canal de riesgo para la dispersión del gusano barrenador.
Otro componente del plan es la construcción de una nueva planta en la Base Aérea de Moore, con la capacidad de producir hasta 300 millones de moscas estériles por semana. Esta producción reforzará los esfuerzos conjuntos con los centros existentes en Panamá y México.
Finalmente, el plan incluye un fuerte impulso a la innovación científica, con investigaciones centradas en mejorar la eficacia de las tecnologías de insectos estériles, así como en el desarrollo de nuevas trampas, atrayentes y métodos de monitoreo.
Las medidas buscan proteger tanto a la industria ganadera estadounidense como a la mexicana, ante una plaga que puede tener un alto impacto económico y sanitario. El gusano barrenador representa un riesgo significativo por su capacidad para causar infecciones graves en el ganado, lo que compromete la producción, exportación y bienestar animal en general.
