El Parlamento iraní pidió cerrar el estrecho de Ormuz, paso crucial para el petróleo global, en medio de una escalada de ataques con EE.UU. e Israel.

El Parlamento de Irán propuso este domingo el cierre del estrecho de Ormuz, uno de los corredores marítimos más estratégicos del planeta, por donde circula aproximadamente el 20% del petróleo transportado por vía marítima en todo el mundo. La propuesta surge como una respuesta directa a los recientes ataques aéreos realizados por Estados Unidos sobre instalaciones nucleares iraníes y a los continuos bombardeos de Israel en territorio persa.
El anuncio fue realizado por el general Esmaeil Kowsari, miembro del Comité de Seguridad del Parlamento, quien aseguró que existe un consenso dentro del hemiciclo para impulsar el cierre del paso marítimo. No obstante, enfatizó que la decisión final deberá ser aprobada por el Consejo Supremo de Seguridad Nacional, un órgano clave de la política iraní que incluye al presidente Masud Pezeshkian, varios ministros, representantes del líder supremo y altos funcionarios del aparato de seguridad del país.
El estrecho de Ormuz, ubicado entre Irán y Omán, ha sido durante años un punto de tensión geopolítica debido a su importancia estratégica en el comercio internacional de petróleo. Esta no es la primera vez que Teherán amenaza con bloquearlo; sin embargo, en el contexto actual de creciente enfrentamiento con potencias occidentales, la advertencia cobra una dimensión mucho más delicada.
La tensión aumentó drásticamente después de que Estados Unidos lanzara ataques contra tres instalaciones nucleares en Irán —Fordó, Natanz e Isfahán— como represalia en el marco del actual conflicto entre Israel e Irán. En paralelo, Israel ha incrementado sus operaciones militares en territorio iraní, incluyendo nuevos ataques contra objetivos militares en la provincia de Bushehr, donde se ubica la única central nuclear activa del país, así como contra una central eléctrica en Yazd. En Isfahán, los sistemas de defensa aérea fueron activados para interceptar misiles.
El intercambio bélico entre Irán e Israel comenzó la madrugada del viernes 13 con un ataque israelí sobre instalaciones clave de defensa y energía nuclear iraní, provocando numerosas víctimas. Desde entonces, ambos países han sostenido una guerra relámpago de misiles y drones que ha dejado un saldo devastador: al menos 430 personas han muerto y unas 3,500 han resultado heridas en Irán, en su mayoría civiles. En Israel, se reportan al menos 24 muertes a consecuencia de los ataques de represalia.
El posible cierre del estrecho de Ormuz representaría un golpe considerable a la economía global, sobre todo al mercado energético, y podría desencadenar un conflicto internacional de proporciones aún mayores si las principales potencias deciden responder a un bloqueo marítimo en esta ruta clave. La situación sigue en desarrollo y bajo la atenta mirada de la comunidad internacional.