Con 2,052 homicidios dolosos en 2024, Chihuahua se mantiene entre las entidades más violentas del país, reflejando un panorama de inseguridad crítica que afecta a México.

El estado de Chihuahua cerró el 2024 con un total de 2,052 homicidios dolosos, casi igualando los 2,072 casos registrados en 2023, según cifras de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE). Con una tasa de homicidios de 46.62 por cada 100,000 habitantes, Chihuahua supera ampliamente el promedio nacional de 21.01 y se posiciona entre las entidades más violentas del país.
El municipio de Juárez continúa siendo el epicentro de esta violencia, concentrando 1,104 asesinatos en 2024. Le siguen la capital del estado con 430 casos, Cuauhtémoc con 128 y Parral con 16 homicidios. Los demás municipios de Chihuahua sumaron 374 asesinatos, lo que resalta la persistencia de un problema estructural de seguridad.
A nivel nacional, el 2024 terminó con 29,820 homicidios dolosos, apenas por encima de los 29,713 reportados en 2023. Sin embargo, expertos como David Saucedo advierten sobre posibles subregistros y la manipulación de datos en estados como Guanajuato, Baja California y Jalisco, donde la violencia es crónica. Esta discrepancia entre las cifras oficiales y la percepción real pone en duda la narrativa federal de que los homicidios se han estabilizado.
Con estados como Colima, que encabeza la tasa de homicidios con 103.10 por cada 100,000 habitantes, Morelos (69.62) y Baja California (53.91), México enfrenta una crisis de seguridad que evidencia un grave fracaso en las estrategias de prevención y justicia.
En Chihuahua, la persistencia de más de 2,000 homicidios anuales refleja un desafío crítico: ¿Las políticas actuales de seguridad están funcionando? ¿Es necesaria una mejor coordinación con las fuerzas federales para frenar esta espiral de violencia?