Maru Campos: No hay presión federal por el tema del agua en Chihuahua

La gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, afirmó que no ha habido presión del gobierno federal para liberar agua a Estados Unidos, en medio de una severa sequía y tensiones diplomáticas.

La gobernadora Maru Campos aseguró que la presidenta Claudia Sheinbaum no ha ejercido presión alguna sobre el estado de Chihuahua para liberar agua hacia Estados Unidos, como parte del cumplimiento del Tratado Internacional de Aguas de 1944. Durante una entrevista en el noticiero de Ciro Gómez Leyva, la mandataria reiteró que su administración mantiene una disposición abierta al diálogo, pero sin comprometer los intereses y necesidades de los chihuahuenses ante el contexto crítico de sequía que enfrenta la entidad.

Campos destacó que Chihuahua ha sido catalogado por la Conagua en una situación de “sequía extrema”, lo que ha provocado severas afectaciones en el sector agropecuario. En los últimos cuatro años, se han emitido múltiples declaratorias oficiales que reflejan la gravedad del panorama: se ha perdido casi la mitad del hato ganadero, más de 200 mil hectáreas de cultivo han quedado inservibles y el ciclo agrícola del 2024 ha sido cancelado por completo.

En ese contexto, Campos recalcó que su gobierno no ha recibido presión alguna de la Federación en temas de seguridad, convenios, ni en materia de agua, y que la relación con Sheinbaum se mantiene cordial y colaborativa. Aun así, reconoció que existen exigencias del gobierno estadounidense, particularmente tras recientes declaraciones del expresidente Donald Trump, que han encendido las alertas sobre el cumplimiento del tratado.

La mandataria subrayó que, aunque las presas estatales están apenas al 15% de su capacidad, su gobierno está dispuesto a colaborar si se plantea un plan de emergencia que contemple indemnizaciones justas para los productores. Recalcó que no es viable pedir apoyos al sector sin ofrecer garantías previas de cumplimiento por parte de la Federación.

Una de las alternativas que se analiza, según explicó, es la presa El Granero, ubicada al norte del estado, cerca de la frontera con Texas, la cual podría representar una opción factible para aportar agua sin afectar de forma crítica a los productores locales. Sin embargo, enfatizó que cualquier decisión deberá ser tomada tras diálogo con los involucrados y no mediante imposiciones unilaterales.

Al recordar el conflicto de 2020 en La Boquilla, cuando se abrieron presas sin acuerdos previos y se desató una protesta que terminó con la muerte de una persona, Campos insistió en que ese episodio marcó profundamente a los chihuahuenses y que no debe repetirse bajo ninguna circunstancia.

Finalmente, la gobernadora puntualizó que, si bien existe voluntad de cooperar con la Federación y con la relación bilateral entre México y Estados Unidos, se debe tener claro que «nadie está obligado a lo imposible» en un escenario de escasez. Reiteró que cada estado tiene la libertad de decidir si se adhiere o no a convenios federales, y que cualquier decisión debe considerar las condiciones reales de la entidad.

“Queremos colaborar, sí, pero si no hay agua, simplemente no hay forma”, concluyó.

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