NASA capta histórica tormenta de arena en Chihuahua: ya van 10 este año

Una imagen captada por el satélite Aqua confirma que El Paso y el desierto de Chihuahua viven su temporada más polvorienta desde la era del Dust Bowl.

tormenta

La región fronteriza entre México y Estados Unidos, particularmente el desierto de Chihuahua y El Paso, Texas, está atravesando una de las temporadas más severas de tormentas de arena en casi un siglo, superando ampliamente los promedios históricos. Así lo reveló una imagen publicada por la NASA Earth, tomada el pasado 27 de abril por el satélite Aqua mediante el espectrorradiómetro MODIS, que muestra claramente una densa nube de polvo afectando esta vasta región del norte de México.

La imagen satelital fue tomada luego de una poderosa tormenta de arena registrada el sábado 19 de abril, la cual obligó al cierre de varias carreteras en Chihuahua, desde Ciudad Juárez hasta municipios del sur del estado. La contingencia ambiental se agravó con un incendio en el relleno sanitario de la ciudad de Chihuahua, lo que dejó una calidad del aire crítica al día siguiente.

Thomas Gill, científico ambiental de la Universidad de Texas en El Paso, explicó que esta es ya la décima gran tormenta de arena que afecta a la ciudad texana en lo que va del año. En promedio, El Paso suele experimentar solo 1.8 tormentas anuales de este tipo. “Esta temporada de polvo es realmente excepcional, una para los libros de récords”, afirmó el especialista en declaraciones para la NASA.

Gill señaló que hay que remontarse a 1936, en pleno “Dust Bowl”, para encontrar un periodo con más tormentas. Durante ese fenómeno ambiental que afectó gravemente las Grandes Llanuras de Estados Unidos entre 1930 y 1939, El Paso registró 13 tormentas de polvo en 1935 y 11 en 1936. La situación actual, por tanto, se asemeja peligrosamente a aquella época crítica marcada por la sobreexplotación del suelo, sequías extremas y vientos intensos.

Este 2025, la combinación de factores meteorológicos típicos de febrero, marzo y abril —meses de transiciones bruscas de clima y fuertes rachas de viento—, junto con una sequía persistente que no se había visto en al menos una década, ha contribuido al aumento inusual de partículas en el aire. Según Adam Voilan, editor del Observatorio de la Tierra de la NASA, estos meses son tradicionalmente los más activos en cuanto a suspensión de polvo en El Paso, pero el presente año ha sido especialmente ventoso, con marzo considerado el más agitado en más de 50 años.

Las tormentas recientes han levantado partículas provenientes de lagos secos y suelos deshidratados en el norte de Chihuahua y partes de Nuevo México, afectando la visibilidad en ciudades como El Paso, Ciudad Juárez y Las Cruces, donde en algunos casos se redujo a menos de 800 metros.

Este escenario vuelve a encender las alertas ambientales en una zona donde los fenómenos climáticos extremos se están intensificando, dejando en claro la urgencia de adoptar medidas de protección ambiental y adaptación ante eventos que, hasta hace poco, parecían propios del pasado.

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