La Nueva Familia Michoacana utiliza la venta de ropa usada para lavar dinero proveniente del narcotráfico, reveló el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

La Nueva Familia Michoacana (LNFM) ha sumado a su amplio catálogo de actividades criminales una nueva estrategia para el lavado de dinero: la venta de ropa de paca. Según una investigación reciente del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, el cártel encabezado por los hermanos Johnny y José Alfredo Hurtado Olascoaga —alias “El Pez” y “El Fresa”— también incluye a otros dos integrantes de su familia, quienes cumplen funciones clave dentro de la organización: Ubaldo y Adita Hurtado Olascoaga.
El informe señala que Adita Hurtado Olascoaga ha desempeñado un rol crucial en las finanzas del grupo criminal, utilizando tiendas de ropa usada en el Valle del Río Grande para lavar las ganancias derivadas del tráfico de drogas. El esquema consiste en adquirir prendas en Estados Unidos y enviarlas a México, donde son vendidas legalmente. Los ingresos de estas ventas son posteriormente incorporados a las operaciones de la LNFM, permitiéndoles financiar su actividad delictiva sin levantar sospechas.
Además del lavado de dinero, Adita también ha estado involucrada en el tráfico de armas desde Estados Unidos hacia territorio mexicano, en apoyo directo a sus hermanos. Por su parte, Ubaldo Hurtado ha sido identificado como un líder activo dentro del cártel, encargado de extorsionar, traficar narcóticos y explotar minas ilegales de mercurio y uranio.
El Departamento del Tesoro impuso sanciones financieras contra los cuatro hermanos, lo que implica el congelamiento de cualquier propiedad o interés dentro de Estados Unidos. También se bloquea cualquier entidad en la que los hermanos tengan al menos el 50% de participación, directa o indirectamente, como parte de las acciones de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC).
La gravedad de las acusaciones llevó al Departamento de Estado de EE.UU. a ofrecer recompensas millonarias por información que conduzca a la captura de “El Pez” y “El Fresa”: cinco y tres millones de dólares, respectivamente. La Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) estima que la LNFM es responsable anualmente del tráfico de más de 36 toneladas métricas de metanfetamina, 12 toneladas métricas de heroína mexicana y otras 12 toneladas métricas de cocaína desde México hacia Estados Unidos.
Con presencia en entidades como el Estado de México, Michoacán y Guerrero, este grupo criminal no solo continúa con sus actividades tradicionales de narcotráfico y extorsión, sino que también expande su alcance al ámbito comercial para blanquear capitales y fortalecer su red de poder.